Sentando en la arboleda llegas
temprano a mi mente,
y siento la fresca brisa de un otoño sobre un insípido mar,
más el murmullo de la noche me dice que estas ausente,
y tengo ganas entonces de empezarte a olvidar.
Y te veo de repente que sales entre
la bruma,
y tronó el miedo en mí, tan solo por un instante,
envuelta tú vas llegando unida a la blanca espuma,
cuando ya mi corazón, no te tenía presente.
La tarde se hizo trizas pues me llené
de tristeza,
pues sentado he vivido esperando tu llegada,
la arboleda fue el refugio de toda mi gran proeza,
pero en esta soledad mi alma vivía castigada.
Mi sueño se hizo trizas mientras el
crepúsculo espero,
más sobre la arboleda he acostado mi frágil manto,
y mis penas gluglutean haciéndome sentir que muero,
más mis ojos están rendidos sobre un mar de llanto.
En vano fue mi espera, bajo el
aullido del viento,
he perdido mi timidez cansando de tu infamia,
ha llegado ya la tarde pero no mi sentimiento,
soportando voy a solas, lo que mi corazón reprimía.
y siento la fresca brisa de un otoño sobre un insípido mar,
más el murmullo de la noche me dice que estas ausente,
y tengo ganas entonces de empezarte a olvidar.
y tronó el miedo en mí, tan solo por un instante,
envuelta tú vas llegando unida a la blanca espuma,
cuando ya mi corazón, no te tenía presente.
pues sentado he vivido esperando tu llegada,
la arboleda fue el refugio de toda mi gran proeza,
pero en esta soledad mi alma vivía castigada.
más sobre la arboleda he acostado mi frágil manto,
y mis penas gluglutean haciéndome sentir que muero,
más mis ojos están rendidos sobre un mar de llanto.
he perdido mi timidez cansando de tu infamia,
ha llegado ya la tarde pero no mi sentimiento,
soportando voy a solas, lo que mi corazón reprimía.
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