GALOPANDO MI SUERTE

 

Explórame con tus ansias toda mi piel aduraznada,
y deja caer en silencio aquellos azulados ojos,
desliza sobre mi piel tus manos turbias encendidas,
ahogando mi corazón bajo tus crueles gemidos.
 
Soy un pobre mendigo trastocado en harapos,
que voy por la vida trasladando mis recuerdos,
mis lágrimas una a una, van cayendo de mis ojos,
y mis nobles sentimientos se sienten muy engañados.
 
Hoy tu lengua maliciosa toda mi piel ha calado,
y aquel sabor amargo de mi pena has sentido,
te entregué todo mi encanto y eso lo has olvidado,
a pesar que mi piel aduraznada a ti te ha elegido.
 
Hoy incólume volveré de nuevo, a galopar mi suerte,
y entre mis manos llevaré, todo mi despreciada fortuna,
aunque el desamparo me está llevando a la muerte,
yo partiré algún día, en silencio y sin pena alguna.
 
Voy a cuestas con mis penas, todas ellas van dormidas,
y el silencio de la tarde ha cubierto mis orgullos,
miro el horizonte entonces y unas avecillas perdidas,
van cambiando pronto su rumbo al oír mis lamentos.
 
Pero tengo que seguir, pues nada he conseguido,
galoparé con mi suerte en busca de mi destino,
todos están dormidos, hasta el sol se ha detenido,
más la luna sin sus hijas señalando va mi camino.