Yo no consigo
nada, sino estás conmigo,
si conmigo no
estás, no es vida, la vida,
pues yo soy tu amor, tu hombre, tu amigo,
y tú la mujer
de mis sueños, la mujer elegida.
Sueño
despierto en esta tibia tarde,
y espero la
noche porque sé que vendrás,
porque este
pecho de amor está que arde,
esperando el
día en que mía serás.
No dudes
cariño de este amor tan puro,
porque aunque
estés lejos conmigo estarás,
has de
nuestro amor el árbol más duro,
que el tiempo
no pueda tumbarlo jamás.
Porque esa
ternura de tus besos dados,
en mis labios
viven muy húmedos aún,
son los besos
tiernos de dos apasionados,
de un amor
sincero que no busca perdón.
Pero hoy te
pido que nunca olvides,
aquella
promesa que hicimos de amor,
que tú serás
mía y yo el que tú quieras,
que no exista
penas, que no haya dolor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario