Hace muchos días
estuve pensando que podría poner en esta carta que te estoy escribiendo, son
tantas cosas que se me viene a la mente y de las que te quiero agradecer, pero no sé por
dónde empezar, se me hace tan difícil, que las lágrimas ya se me empezaron a
caer, pero empezaré diciendo:
Mamá Ana, quería
decirte de lo afortunado que me siento hoy que seas mi madre, eres el mayor
regalo que me ha dado la vida y sobre todo Dios, de tenerte viva y poder contemplar tus ojitos.
Gracias por cuidar
siempre de mí, cada día y cada momento de mi vida.
Gracias por
enseñarme a recitar y que de allí naciera en mí ese don que el profesor Iván, tú y Dios me lo dieron.
Gracias también por
enseñarme a distinguir entre lo que es bueno y lo malo.
Gracias por
compartir conmigo tantas alegrías, tantas lágrimas, gracias por ayudarme en mis tristezas cuando era niño.
Gracias por
celebrar mis triunfos, como si fueron tuyos, aunque nunca estuviste presente, yo
miraba a mí alrededor y no estabas tú, solo una vez vi el rostro de mi hermano
Jorge y después nadie más.
Gracias por ser tan
paciente conmigo, tú sabes que nunca seré como tú quieres, seré un pata de
perro, pero siempre seré tu hijo y tú mi madre.
Gracias por ser mi
mayor inspiración. No sabes tú cuánto te admiro por todo lo que hiciste por mí,
por Jorge, por Manuel y por Yolita.
Gracias por todos
los sacrificios que hiciste para que pudiera ser feliz y vivir en una
tranquilidad junto a mis hijos y tenerte cada día en mi pensamiento.
Gracias por
enseñarme a ser valiente ante las adversidades de la vida, porque esa valentía
lo aprendí a tu lado desde niño, junto a mis ovejas y a un perro (Pañuelo) que
hoy se me olvido su nombre.
Gracias por hacerme
sonreír con tus ocurrencias.
Gracias por tantos
momentos tristes y alegres que pase a tu lado.
Gracias por darme
la existencia y acompañarme en este
hermoso viaje de la vida, viaje que espero no tenga límites, que no tenga fin,
que tenga mañanas, tardes y noches, pero que
no llegue nunca la oscuridad a mi alma.
Viviré eternamente agradecido
por todo lo que has hecho por mí, por mis hermanos, por mi padre y por todas
las personas que tú amas.
Todos tienen la
razón el decir que el único y verdadero amor es el amor de una madre.
Hoy a pesar que me encuentro
lejos… debido a esta pandemia que estamos viviendo, el amor que siento por ti,
no se desvanece, recuerda que te llevo siempre en mi corazón, siempre andarás
conmigo como cuando yo lo hacía a tu lado cuando era un niño, pero ahora tengo muchos sueños todavía por
cumplir y espero siempre tu compañía.
Hoy que es el día
de la Madre, ¡Te deseo un feliz día! y también le pido a Dios que pronto me
tenga a tu lado y poder decirte lo mucho que TE AMO… y que siempre te amare
MADRE MÍA.
Tu hijo
Fico
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