UN MINUTO DE FELICIDAD

Estas parada en el umbral de una puerta rancia,
muchos entran, pocos salen y todos te desean
tus ojos están cegados, solo sientes la fragancia,
de las luces de la noche y de unos que te rodean.
 
Tu cuerpo tan radiante ajustando van sus medidas,
y todos van hundiendo en tu cuerpo su mirada,
son momentos en la vida con historias sucedidas,
pero tú sigues sin entenderlo, por eso no dices nada.
 
Parroquianos que pasan, parroquianos que van,
y entre miradas oscuras, tiernas y placenteras,
ves llegar la oscuridad y nubes que se alejan
y acabas el trabajo de una noche de quimera.
 
Sé que no has querido mostrar todo tu encanto,
aunque la vida es dura pues lo tienes que hacer,
te voy mirando a los ojos y veo brotar el llanto,
yo sé que no es posible, pero cumples tu deber.
 
Pero esta es la sociedad, la que nos tocó vivir,
por eso a Dios le pido que acabe esta fatalidad,
no más mujeres deseadas muriendo con su sufrir,
bríndales Señor te pido un minuto de felicidad.