He vivido en la vida llena de dolores,
pagando con creces mi mal caminar,
el camino a veces se llena de flores,
y otras veces espinas hallo en mi andar.
Es la vida dura, pues así es la vida,
llena de sabores casi agridulces,
pues se sufre tanto que te causa herida,
sin amor, sin fe, caminas en cruces.
El orgullo entonces que lo llevas dentro,
aflora muy pronto con ganas de vencer,
el dolor entonces pierde su gran cetro,
y una alma nueva empieza a nacer.
Los campos te ofrecen un cálido verdor,
el cielo celeste con sus nubes vagas,
van de un lado a otro llevando el dolor,
llevando el recuerdo a quien siempre amas.
Pero quien podría decirme que no ha sufrido,
que la vida entonces le llenó de amor,
yo, muchas veces con el sufrimiento he vivido,
por eso olvidarte he prefiero antes que el dolor.
Por eso ahora pido ¡oh! Dios del cielo,
que no me llenes de dolor y enojos,
que me des la paz y el buen consuelo,
y que mis lágrimas ya no broten en mis ojos.
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