Te he sentido
tímida, en esta noche de placer,
más tu cuerpo me
excita llevándote al amor,
te tomo entre
mis manos y te entrego mi querer,
y pronto tus
quejidos son signos de un temblor.
Pareces
espantada al sentir toda mi furia,
que estuvo muy
guardada y es solo para ti,
tus montañas
erguidas me llevan a la gloria,
y te siento tan
mojada y me dices es por ti.
Mis oídos han
sentido el susurro de tu aliento,
y nuestra
enciende las llamas del corazón,
tus nalgas le
han brindado a mi cuerpo su asiento,
y escucho el
estruendo de nuestra gran pasión.
Entonces todo mi
cuerpo se llena de entusiasmo,
que al
estremecerte todo te hago explotar,
mi espalda lo
has rasgado al completar tu orgasmo,
me pides que te
de deje tus sueños terminar.
Me siento en la
gloria cogido de tus ramas,
y mis besos te
ahogan calmando tu ansiedad,
nuestra alcoba
está cubierta de efusión y llamas,
porque fin hemos
hallado nuestra felicidad.
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