Mar, inmenso mar, hoy a ti he
vendido,
trayendo entre mis manos todas
mis penas,
pues tú, muchas noches mudo
testigo,
viste mis ojos manchados de lágrimas.
Es que ya no puedo más con este amor,
sabes que le ame desde muy niño,
y hoy hecho hombre es más grande
el dolor
por eso es que te pido un poco de
cariño.
A mí que me toco la suerte de
vivir,
sobre tus olas inmensas recuerdos
de amor,
mis noches de angustia, y noches
de morir,
porque en cada puerto se quedaba un
dolor.
Mar de Neptuno, mar de Poseidón,
dioses divinos de una gran
historia,
no dejes que sufra mi pobre
corazón,
haz que vuelva en tus olas mi
alegría.
Hoy quiero contarte, de ese amor
perdido,
que un día se marchó sobre tus olas,
se llevo mi alma fue mi amor
querido,
hoy lo espero en tu playa, siempre
a solas.
Pero si tú la tienes en tus
profundidades,
dile que la espero en cada
amanecer,
mi alma no soporta ya más
tempestades,
porque está cansada de tanto
esperar.
Pero si tú lo has visto, dime
como esta ella,
si sus ojos azulados no lo ha
perdido,
mar, dime si esa mujer sigue siendo
bella,
hoy mi corazón de tanto sufrir se
quedó dormido.
Cada tarde la busco entre tus
olas,
y al no encontrarla me tengo que
callar,
mi voz se va entre las alas de
gaviotas
pero mañana volveré a sentarme
junto al mar.
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