ENTRE CUERDAS Y SONIDOS

 

Cual caja de resonancia está mi corazón llorando,
pues siento en el atardecer que me devora tu ausencia,
y por más que yo intento ir tu canción tocando,
necesito tu armonía, tu rima y tu existencia.
 
Cual puente del violín que va las notas buscando,
es el ritmo de mis manos elevando un sonido,
y te busco en la montaña mientras yo vivo soñando,
que tu volverás algún día a mi corazón herido.
 
Voy cada tarde en silencio con mi fe bien encendida,
aunque al escuchar tu nota mi alma se alborota,
y el diapasón va callando ocultando mi herida,
pero quien sufre más, es mi alma que está rota.
 
Déjame que tu melodía me lleve a conocer la gloria,
y que entre la cuarta cuerda te pueda besar mi boca,
porque la segunda nota me encamina a la victoria,
la primera y la tercera te harán delirar como una loca.
 
Mi tierna violinista vas entre cuerdas y sonidos,
entonando aquel canto y haciéndole una oración,
resiste corazón mío, a todos esos plácidos arpegios,
que son notas que emanan de su sensible corazón.
 
Mi amada violinista que vas cautivando mi mirada,
déjame decirte ahora que estas calmando mi dolor,
sigue tú con la tonada de aquella mujer enamorada,
hasta que yo pueda sentir eso que llamamos amor.