Dejaré
mi orgullo por un instante,
para decirte
que te amo cada día,
recuerda que
fui tu buen amante,
que fuiste
tú, mi luz y mi alegría.
Ha pasado el
tiempo y tú sigues presente,
metida en mi
recuerdo te llevo yo guardado,
aunque en ti
viva como extraño o ausente,
tú eres la
mujer a quien más he amado.
Te acuerdas
de ayer de todas mis promesas,
de los
hermosos cánticos bajo aquella luna,
de que si
fueras mía, te llenase de rosas,
y bañase tu
cuerpo con clara espuma.
Pero hoy
lejos tú de mí y yo muy distante,
suelto – un
te quiero- y se lo lleva el viento,
se me oprime
entonces mi corazón amante,
porqué aún
vives tú en mi pensamiento.
Y he dejado
todo por solo un instante,
porque siento mi alma que no tiene abrigo,
y voy por el
mundo como un errante,
solo y triste
vivo porque no estás conmigo.
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