Buscas
la soledad, mi noble amiga,
o
buscas en quien confiar tu sentimiento,
o
tal vez tu pena, tu dolor, tu alma mitiga,
pues
tú como yo, debes tener algún presentimiento.
No
limpies tu rostro con tus pálidas lágrimas,
pues
opacas el brillo y el encanto de tu rostro,
lleva
mejor tu dolor con valor hasta las cimas,
y
déjalas allí dormir poco a poco.
Pero
no busques en quien consolar tu pena,
pues
una pena de amor es intransferible,
sufre,
llora, hasta que calle mi quena,
ya
que en el amor sufrir es preferible.
Y
me dirás porque te digo tal cosa,
por
no decir - ¿qué sabes tú de amor?-
pero
así como tú, también tuve una rosa,
que
al dejarla sola le marchito el dolor.
Hoy
quisiera tenerla entre mis manos,
y
sentir latir su corazón junto al mío,
pero
hay que sufrir es don de los humanos,
hay
que amar antes que llegue el estío.
Porque
mañana vendrá pronto la muerte,
y
en polvo convertirá tu cuerpo inerte,
si
no has amado, tendrás la mala suerte,
de
tener que convivir tranquilo con la muerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario