Recuerdo
aquel día en que yo te conocí,
tu
ibas muy sensual derrochando tu hermosura,
mis
ojos se nublaron desde que yo te vi,
y
hoy no pude olvidarte mujer de alma pura.
Tú
te diste cuenta de mi amor en ese instante,
y
apresuraste tus palabras amorosas,
me
dijiste eres un hombre muy galante,
yo
te respondí, eres linda como las diosas.
Nació
entre sueños y entre melodías,
un
amor muy tierno y a la vez fugaz,
empezaste
tú muy pronto alegrar mis días,
y
en mi verso florido siempre fui locuaz.
Recuerdo
a las cuatro cuando tú llegabas,
trayendo
en tus manos algo para mí,
la
tarde acababa y amarme decías,
hoy
me encuentro triste porque estoy sin ti.
En
mi pecho dejaste tu juventud florida,
cuantas
noches pasamos sin poder dormir,
eras
tú mi diosa ¡oh mujer querida,!
hoy
que tú no estás, tengo que sufrir.
Pues
guardo el recuerdo de nuestra última tarde,
de
aquella que nunca debió de llegar,
tan
solo al pensarlo todo mi cuerpo arde,
me
dijiste en silencio, esto tiene que acabar.
Yo
sé que no quisiste tomar tal decisión,
pero
el tiempo transcurría y no había solución,
tú
fuiste bien amada, fuiste tú mi mejor elección,
hoy
voy por las calles cantando nuestra canción.
Por
lo más que quiera, no puedo olvidarte,
porque
al pasar por tu casa me parece verte,
solo
a Dios le pido que tengas una mejor suerte,
yo
te seguiré amando aunque vivas con la muerte.
8/11/16
No hay comentarios.:
Publicar un comentario