Pensar
que ayer en la tarde, besé tus labios,
y sentí el perfume
de tu cuerpo virgen,
pues hoy al
despertar siento mis labios fríos
que te llaman
y dicen – ven, amor mío ven –
Ven y
abrázame tan fuerte como aquel día,
para sentir
de nuevo tu pecho desnudo,
ven amor y
hagamos una loca fantasía,
hasta
quedarnos eternamente mudos.
Ven, siénteme
tuyo como tantas mañanas,
como tantas
tardes que el sol vimos ocultar,
ven y acaba de
una vez con todas estas penas,
que no dejan
a mi alma tranquila descansar.
Pensar que
tus quejidos mi almohada ha guardado,
mis sábanas
cubrieron tu desnudez de amor,
hoy solo me
he quedado pensando en el pasado,
y cuando más
recuerdo me lleno de dolor.
Por eso es
que te pido que tú nunca olvides,
que fuiste un
día mía y siempre lo serás,
por eso es
que hay noches en que tú revives,
trayendo una
sonrisa de aquel amor fugaz.
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