Es una tarde más
que no estaremos juntos,
es una tarde de
abril bajo un sol muy fuerte,
de pronto sin
entenderlo nos quedamos solos,
terriblemente
solos, sólo con mi suerte.
Fue una tarde
en que tu corazón y el mío
dijeron hasta
aquí nomás ¡oh fe perdida!,
hoy mi
corazón está triste cual estío
pobre y
sangrando por dolor su herida.
Aquella tarde vive metida en mi alma,
y por más que
quiera mi espíritu travieso,
olvidarlo
todo y de nuevo vivir en calma,
extraña la
tarde, de nuestro último beso.
Y en esta
tarde solitario que tengo como testigo,
al buen Señor
le pido me traiga pronto la muerte,
para que
vivir sin ti, sin tus besos, sin tu abrigo,
prefiero yo el
olvido o tener una mejor suerte.
Yo sé que esa
tarde lo olvidaré algún día,
y el llanto
de mis ojos tú no lo verás,
me vestiré de
nuevo de la triste melancolía,
y la pena estará
conmigo, porque tú ya no estarás.
Tú sabes amor
que yo te quiero tanto,
que mil veces
me he propuesto olvidarte,
pero al final
sigues siendo tú mi encanto,
pues la tarde
a llegado y no dejo de quererte.
Hoy espero otra
tarde para que tú regreses,
muy alegre y
majestuosa como siempre tú lo fuiste,
no hagas que
mi vida siga viviendo con creces,
recuerda que
una vez una tarde me quisiste.
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