Te estuve esperando otra noche con muchas ansias,
encerrado en la tempestad pero siempre amándote,
pues tan solo al recordarte se terminaban mis días,
y me llenabas de pasión, pero seguía esperándote
que tú vuelvas aquel lugar que nos llena de alegría,
pero ya van a dar las diez y no te llevo llegar.
El reloj marcaba ya las 10.00 de la noche,
lentamente nuestros atuendos van cayendo,
tus manos van recorriendo como viajero todo mi cuerpo,
tu delicada voz me dice cuanto me deseas,
siento que acaricias suavemente mis pechos,
mientras tus besos invaden mi cuello,
Me desespera tu llegada y mis neuronas se alarman,
al ver que vas desgarrando toda tu indumentaria,
y corres como una loca pregonando un aullido,
y te detienes frente a mí, con tus manos en mi piel,
mas tus rosas tan floridas, lo siento que están colmadas,
de pasión y de ternura, de dos seres que se aman.
Luego cambiaste de tácticas y besas mi espalda,
tus dedos traviesos atravesaron mi alma,
y con mucha fuerza me acercas a ti,
tu cuerpo encendido me desquicia los sentidos,
aprietas mis caderas y entre gemidos
te digo cuanto disfruto de ti....
te necesito amor...entra ya en mí...
Siento el vibrar de tus labios que llegan pronto a besarlo,
y me cabalgas con locura, con movimientos descontrolados,
que te mueves haciendo círculos, como un huracán despiadado
mientras danzando están tus senos, escucho ya tus gemidos,
y con tu manos sostienes el premio que hoy has ganado,
en esta pasión que vivimos y que estamos condenados.
Julia Elena Chunga (Perú)
Federico Mendo (Perú)
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