Ya van a marcar las cuatro y es hora de mi despedida,
voy en silencio guardando todas mis vestiduras,
quiero dejar dormidas todas aquellas heridas,
que causaron a mi corazón, tan solo en pocas horas.
Tú has decidido marcharte, y debes tener tu motivo,
mi cuerpo será solo tuyo, si deseas puedes llevarlo,
pero ten siempre presente que nuestro amor furtivo,
vivirá siempre en nosotros tan solo para recordarlo.
A veces soy muy altivo y cansado estoy de sufrir,
yo vivo siempre amándote y mi sueño me provoca,
poder llevarte muy lejos y empezar de nuevo a vivir,
pero es absurdo todo, déjame besar tu boca.
Siempre tuya seré, pero nunca pierdas la razón,
vuelve cuando tu gustes, mis sábanas te esperarán,
yo me quedaré dormida pero tú estarás en mi corazón,
pero si tú no vuelves, mis ojos por ti llorarán.
No es mi deseo verte llorar, solo te pido que esperes,
el tiempo pasará pronto, como el andar de la tormenta,
y mientras tú vas soñando, te pediré que no olvides,
que tu sonrisa y tus besos, son lo que ahora me alimenta.
Cierra ahora bien la puerta si has decidido partir,
asegúrale con clave hazle segura esa cerradura,
pero no tardes en volver pues siento que voy a morir,
yo te estaré esperando con amor y mi alma pura.
Gladys Mendoza
Federico Mendo
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