Era
las siete de la noche y sonó la alarma,
un
incendio en El Agustino fue la noticia,
los
hombre se vistieron rompiendo el karma.
los
bomberos en acción es la primicia.
Es
así como empieza hacer historia Alonso,
entre
el estudio y el servicio a la comunidad,
Raúl
no pensó en su niña en ese instante,
quiso
cumplir su deber que era su felicidad.
Siempre
tuvo que ser Eduardo el maquinista,
quien
decía si llegamos juntos, nos vamos juntos,
pero
esa noche nos dejaste para siempre,
y
hoy estamos aquí llorando tu recuerdo.
Todo
su sacrificio no será en vano,
vendrán
nuevas promociones,
también
nuevas emergencias,
pero
su heroísmo está en nuestros corazones.
Recuerdo
su valor en nuestra Compañía
y
las ansias de servicio a la comunidad,
hoy
que no están, su valor está presente,
y vivirán aquí siempre por
nuestra felicidadAgustino, 20/10/2016
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