Nunca fui indiferente a tu amor sombrío,
pues pasamos tantas noches sin hablarnos,
yo recuerdo ahora el brillo de tus
labios,
pero tú has decidido que debemos
separarnos.
Quizás lo que tú me diste no está
perdido,
lo llevaré por siempre en mi pensamiento,
pero el silencio de la noche no ha
querido,
vas a partir mejor de mi sentimiento.
No quisiste tomar tú aquel remedio,
del que te di en cada uno de mis besos,
tu orgullo te ganó y por este medio,
me das el adiós colmado de excesos.
Hoy al recordarte tu amor me hace daño,
porque sufrí tanto tenerte a mi lado,
hoy te marchas y me quedo como un
extraño,
dime ¿dónde está todo ese amor jurado?
Ya no sigas más en este juego,
porque amar es algo diferente,
olvidemos que el amor es ciego,
pues yo sí te ame lo suficiente.
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