Es una pena en verdad lo sucedido,
lo que quise formar por un momento,
no puedo negar que mucho te he querido,
y que no puedo sacarte de mi pensamiento.
Es inútil en verdad volver contigo,
en pensar que un día me amarías,
creo que solo me quisiste como amigo,
y me dejaste vivir mis noches frías.
Yo perturbé quizás tu sentimiento,
al intentar dominar yo tu encanto,
pues cada día era para mí un sufrimiento,
que mis ojos se nublaron con el llanto.
Nuestras noches de amor muy pronto pasaban,
pues al llegar la mañana, era nuestro sufrimiento,
tú al querer partir mis ojos por ti lloraban,
y queriendo olvidar te metías en mi pensamiento.
Fue difícil entender este amorío,
pues muchas tardes esperando el ocaso,
te dije ámame sin miedo pues tengo frío,
pero no lo conseguiste y llego nuestro fracaso.
Tú no podrás decir que yo no te amaba,
y que mis sueños los formé junto a tu almohada,
hoy llegó nuestro fracaso y quién más lloraba,
fuiste tú, porque te quedaste sola y también abandonada.
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