Un tres de noviembre fuiste tú creado,
y hoy quiero dedicarte a ti pueblo mío,
estas estrofas de amor y agradecimiento,
tierra de los Chilchos, de hombres valientes.
Como no añorar todas tus costumbres,
tu purtumote y tu sopa de chochoca,
y tus chacras llenas de legumbres,
mirar tus cerros verdes desde la plaza.
Te llevo en el corazón pueblo querido,
tú sabes de mis penas y mis dolores,
tu gente amable todo lo ha conseguido,
con trabajo, valentía y sin favores.
Eres Montevideo un dulce amanecer,
tus campos están llenos de esperanza,
tu gente y su motepelado nos hacen querer,
tu sopa de frejol o su tortilla de choclo.
Yo no soy de aquí, pero te siento mío,
te conocí desde mi juventud con alegría,
y voy caminando tus días de frío,
por Potma o Ramos día tras día
Voy por tus calles recordando lo vivido,
a San Ildefonso mi amor y veneración,
solo tú sabes lo que me ha unido,
¡oh, Virgen Candelaria!, esta es mi oración.
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