Hoy vienes tú a decirme con esa tu picardía,
que el tiempo ha transcurrido y aún me
sigues amando,
yo no sé si es verdad o es pura
hipocresía,
pero cállate por favor y ya no sigas
hablando.
Me emocionan tus palabras, al decirme -te
he amado,
y a poco quiero creerlo, pero ya no
quiero sufrir,
pero tanta es la emoción que miro a tu
costado,
y una niña veo llorando y no sé yo que
decir.
¿Porque vuelves ahora? si un día tú te
marchaste,
creíste en fantasías, dudaste siempre
de mi amor,
y yo no supe que hacer, pues muy solo
me dejaste,
hoy has vuelto con una niña
arrastrando otro dolor.
Pero es grande mi emoción, y yo te
extiendo la mano,
y te digo que es mejor que pienses en
lo sucedido,
tu ahora me pides perdón, y perdonar
no es del humano,
y no podrás negarlo lo mucho que te he
amado.
Cálmate por favor, tu niña se llena de
espanto,
ella no tiene motivo para sufrir este dolor,
pongámonos mejor los dos a entonar
nuestro canto,
aquel que por muchas veces nos hizo
vivir el amor.
Solo hoy quiero decirte, que ya no te
puedo amar,
que has llegado muy tarde, que se
cerró ya la puerta,
llegó muy pronto el invierno y me tuve
que abrigar,
para poder soportar el frío y esta
vida incierta.
Pero lo que te puedo decir, no todo
está perdido,
tómame como tu apoyo, tienes tú mi
comprensión,
yo solo quiero ser tu amigo, quizás no
el elegido,
pero sí a quien le robaste, toda su
gran ilusión.
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