NO PUEDO OLVIDAR

Mucho tiempo ha pasado desde mi niñez,

de aquellos tiempos tristes y también nublados,

hoy con muchos años y entrando a la vejez,

recuerdo con mucha pena los años pasados.

 

Solo con mi madre camine por el mundo,

mi hermano a su espalda con una esperanza,

de querer ver a mi padre que vuelva a su nido,

pero era un sueño con mucha añoranza.

 

Los días pasaban hasta sin darme cuenta,

y yo subido a un árbol a mi padre llamaba,

los carros llegaban al pueblo y me emocionaba,

creía ver a mi padre a quien tanto amaba.

 

Muy digna mi madre a sus hijos criaba,

de la espalda a su pecho ella lo amamantaba,

pasaban los días, las tardes, la noche llegaba,

y yo sobre ese árbol a mi padre llamaba.

 

Con canto y llanto era larga mi espera,

mi hermano crecía y yo a la escuela marchaba,

no tenía sueños, mi vida era una quimera,

entre carneros y chacras el día lo pasaba.

 

Hoy he vuelto de nuevo a ese lugar sombrío,

y me llené de tristeza porque ese árbol ya no existe,

y mis lágrimas caen luego en un inmenso vacío,

mi madre está anciana y mi padre hoy le asiste.

 

Pero no puedo olvidar el canto de aquellas tardes,

mirando el polvoriento viento en las carreteras,

hoy esa casa está vacía, los abuelos están muertos,

todo está abandonado y veo caer mis lágrimas.

 

Es el dolor que ahonda cada día mi herida,

viviendo en el campo, entre montes y lluvias,

hoy al verla a mi madre cansada y abatida,

recuerdo mi llanto y con dolor hoy seco mis lágrimas.