martes, 21 de junio de 2016

MI PADRE BUENO

Por tu cuerpo, los años han pasado;
y han dejado huellas de mucho dolor,
en tu mente vive el tiempo ganado,
con mucho esfuerzo y con gran amor.
 
Hoy, viejo querido, quiero darte gracias,
por lo que día a día hiciste por mí,
me enseñaste que no todo son falacias,
que la vida es hermosa cuando te tengo a ti.
 
Quizás, a este tiempo, te sientes abatido,
pero tu misión aún no ha terminado,
tus hijos presentes, hoy, te han ofrecido,
todo su cariño por tu amor mostrado.
 
Te pido perdón si te he lastimado,
si con mis actitudes te hice sufrir,
pero no olvides que llevo guardado,
tus grandes consejos hasta el morir.
 
Porque eres la historia aún no contada,
eres mi sueño de mis años de infancia,
tu cuerpo rendido, tu alma agotada,
por tu existencia, a Dios doy las gracias.
 
Tú, mi padre bueno, mi padre abnegado,
hoy, mis grandes sueños lo logré por ti,
pero al mirarte, de nuevo, te veo cansado,
y pido al Señor que nunca te aparte de mí.




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