Hoy
lejos tú de mí, yo sin destino
pido a
Dios que me dé la fe perdida,
que
enrumbe de nuevo mi camino
porque te
fuiste lejos mujer querida.
Todavía tu canto susurra en mis
oídos,
y a los
lejos escucho oír tu voz,
fueron
tiempos mejores, hoy se han ido
me quedé
con mis penas y mi cruz.
Por eso tiemblo hoy al recordar
que una
vez bebí en esos labios
el dulce
néctar que me supiste dar
pero te
fuiste, hoy viven de frío.
Y pensando que algún día volverás,
guardo aún
tu juguete preferido,
si vuelves
pronto, sé que encontrarás
latiendo el
corazón que has querido.
Aunque el canto de amor de cada día,
cual
alondra que canta en su nido,
ese canto
de amor fue mi alegría
me quedé
con mis penas, pues te has ido.
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