Soñé en el tiempo con detener la noche,
porque sabía que al amanecer te marcharías,
llevando la figura de mi debilucho cuerpo,
que vivió junto a ti por muchas noches.
Hoy que ya no estás, trato de buscar la paz,
en cada sonrisa de un mendigo en la calle,
pero vienes luego a mí con tu pesada cruz,
de aquel amor que fue y no pudo ser.
Es triste pensar en el pasado mal vivido,
en las noches de angustia pero a tu lado,
el placer se acababa siempre cada mañana,
y volvía de nuevo a la realidad triste y mal parado.
No entiendo porque nos aferramos al dolor,
porque dejamos que la noche nos envuelva,
tu lecho frio muchas noches daba paz a mi alma,
pero al amanecer estaba solo sin ti y sin amor.
Hoy lejos tú de mí y sin ningún sueño,
te doy las gracias por aquel tiempo vivido,
me enseñaste que amar es más que dolor,
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