Perdóneme hoy señora, pero está muy
elegante,
y nunca he visto así, a una mujer tan
hermosa,
pero le noto muy enamorada y también muy
amante
del mar, de la vida, por eso hoy , reciba
usted está rosa.
Yo no quiero ofenderlo, pero le pido
perdón,
no lo tome por favor, todo lo dicho por
hecho,
pero ya hace mucho tiempo que vive en
mi corazón,
creo que no es ofensa, no espero de
usted un despecho.
Recuerde que una vez, usted amo en la
vida,
yo no sé si aquel amor, fue tierno o
diferente,
pero sé que hoy le recuerda y tal vez
sangra su herida,
¿pero dígame la verdad?, sigue aún él,
en su mente?.
Aquel amor de una noche, de pasión y
de locura,
es bueno que usted lo olvide sea
hermoso o vulgar,
que viva un nuevo sueño, o tal vez
una nueva aventura,
deje que el sol le acompañe o yo le
acompañe al mar.
Hoy no me extraña que usted, viva el
amor un instante,
es muy tierna, es tan bella y me
encanta su acento,
dígame en verdad: - ¿usted no tiene
un amante?,
pues el amor no se ve, se siente como
el pasar del viento.
Perdóneme una vez más y escuche por
un instante,
no puede dejar de amar, porque viuda,
no tiene el amor,
dejase seducir, como dicen por ahí,
búsquese un calmante,
las penas acábelo hoy, disfrute la
vida y olvide el dolor.
Yo sé que todo lo dicho a usted mucho
le asombra,
pero no puedo olvidar, cuando le
conocí aquel día,
el mar estaba callado y hoy mi corazón
le nombra,
aunque a usted no le puedo ver, le
recuerdo todavía.
La tarde se fue opacando y a
marcharse, empezó la gente,
me están ardiendo los labios y aquel
beso aún lo siento.
solo usted y yo sabemos, que mi
corazón no miente,
aunque no le pueda ver a usted, yo le
amo en secreto.
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