Eran años cuando el sol no quemaba tanto, la lluvia caía en los meses
que eran conocidos, los agricultores pasaban noches contando sus experiencias,
en verdad en el campo hay muchas cosas que no se han contado, pues son solo
sueños de unos días o de meses mientras su estas de paseo por el campo.
Yo tuve un sueño muy lindo que me paso en una parte del ande de mi
Perú, era fiestas en el pueblo y habían llegado mucha gente de la capital y de
otros pueblos cercanos al lugar, mujeres muy bellas, que me quede sorprendido
al ver tanta belleza, pensé yo que todavía podía encontrar a mujeres con sus
trajes nativos, pero no fue así, ya se habían modernizado y eran muy bellas
aún.
Una mañana mientras el sol empezaba a calentar el día, por mi delante
pasaba una dama, yo gentilmente le salude, le pregunte que si era del lugar, y
ella me dijo: si- pero no vivo en el pueblo, estoy viviendo en la capital del
Departamento, allí estoy, yo no puedo vivir aquí, me trae muchos recuerdos que
lastiman mi alma.- terminó diciendo
Le pregunte que te pasó, dímelo, me dijo - no puedo, no te conozco, no
sé quién eres, bueno le dije, - me
presenté, le dije yo me llamo Tomás, vine solo de visita por la fiesta, no
conozco a nadie, ella me dijo ¿verdad? , pues hace varios días que andas con las
chicas de la municipalidad, yo le dije –sí, pero yo les apoyo en su
programación de la fiesta y también estoy en la iglesia cambiando las luces,
mejorando el sistema eléctrico, sí me dijo- si te he visto, pero no me acerqué
a ti porque yo soy mujer casada y quizás tú eres libre.
Le dije no soy libre, soy preso de mis sentimientos, mi corazón está
lleno de emociones y de sueños, y sonriendo me contestó: - vez no hay espacio
para mí, ya lo sabía, se nota en su rostro, pero – le dije – tú eres bella,
debes ser muy feliz sus ojos te delatan, eres muy bella, entonces ella baja la
mirada y casi llorando me dice- no sabes el dolor que guardo en el alma- años
han pasado y vivo con el recuerdo de aquel hombre que una vez le conocí en una
fiesta como esta, le dije de mis sueños
y él lo acepto, pero al terminar la fiesta él se marchó, se llevó mi alma, todo
mi corazón se lo llevó y desde allí no tengo calma, cada día sufro más, me casé
para olvidarlo, pero no me ha dado resultado, por eso ahora vivo solo con mis
hijas y ya no deseo vivir aquí, me trae muchos recuerdos.
Me cogido de los hombros y con
mucha ferocidad me dijo – me entiendes ahora, ¿porque tengo lastimada el alma?,
moví la cabeza de arriba abajo y ella comprendió mi respuesta. Yo le mire
fijamente por un instante y cogiéndole el talle le dije- el amor nos hace
sufrir sin medida, pero hoy te debes a sus hijas, cuídalas, dales amor, pro
nunca le cuentes de este dolor que encierra su alma, porque ellas pueden vivir
con ese trauma y pueda ser que corran la misma suerte.
Gracias – me contesto- así lo hare´- y tú que me puedes contar, le dije
– yo te diré que he visto en su pueblo hay mujeres muy hermosas – que día a día
van al campo mostrando su garbo al caminar, - voy a ver si encuentro quien me
pueda amar- porque dices eso- me
respondió, le dije yo también amé, pero yo la perdí se fue al cielo, ella bajó
la cabeza, y un suspiro vuela al cielo y me dice – pero por lo menos tú sabes
en donde está, yo no lo sé y le sigo amando.
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