No sé hasta cuándo durará mi pena,
no sé qué brazos te irán a poseer,
busqué en tu pecho la felicidad eterna,
pero me lo negaste, no me quisiste creer.
Ya todo ha terminado, pero veo en tus ojos,
todo el amor y el cariño que por mí existía,
ahora dime mujer quien llenará tus antojos,
quien hará latir tu corazón, que por mí latía.
Estoy convencido y le doy por seguro,
que en tu pecho ha quedado mi alegría,
vivo extrañando aquel amor tan puro,
pero ahora dices que es mejor vivir sin ti.
No puedo comprender porque te amé tanto,
y porque te amo tanto y te sigo amando,
sí estoy triste y abatido, pues llegó el llanto,
y cada día a día me está acabando.
El amor es nuestro testigo y le sigo hablando,
porque tomaste tan pronto aquella decisión,
pero me ha pedido que te siga amando,
que te lleve lejos dentro de mi corazón.
Por eso pido a Dios que te tenga en calma,
y que la Virgen María se acuerde de mí,
dime por favor ¿dónde estás, mujer de mi alma?,
vuelve te lo pido, no sé vivir sin ti.
no sé qué brazos te irán a poseer,
busqué en tu pecho la felicidad eterna,
pero me lo negaste, no me quisiste creer.
Ya todo ha terminado, pero veo en tus ojos,
todo el amor y el cariño que por mí existía,
ahora dime mujer quien llenará tus antojos,
quien hará latir tu corazón, que por mí latía.
Estoy convencido y le doy por seguro,
que en tu pecho ha quedado mi alegría,
vivo extrañando aquel amor tan puro,
pero ahora dices que es mejor vivir sin ti.
No puedo comprender porque te amé tanto,
y porque te amo tanto y te sigo amando,
sí estoy triste y abatido, pues llegó el llanto,
y cada día a día me está acabando.
El amor es nuestro testigo y le sigo hablando,
porque tomaste tan pronto aquella decisión,
pero me ha pedido que te siga amando,
que te lleve lejos dentro de mi corazón.
Por eso pido a Dios que te tenga en calma,
y que la Virgen María se acuerde de mí,
dime por favor ¿dónde estás, mujer de mi alma?,
vuelve te lo pido, no sé vivir sin ti.
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