Ha muerto, se escucha en las calles silenciosas,
y en su hogar solo dos cirios están encendidos,
unas cuantas flores entre ellas rosas,
se oyen llantos y junto a él hay niños dormidos.
Ya no
estará en el hogar cada mañana,
y la
tristeza estará siempre desnuda,
una
mujer ha llegado de tierras muy lejanas,
y esta
entre ellos, sola, triste y muda.
Se ha vestido de luto, aunque ella no quiera,
la noche esta triste pero muy estrellada,
sola, llora por el ser que está muerto,
nadie la conoce, está sola y callada.
Se acabo
su amor y todas las ilusiones,
y la
llevan a enterrar como es de costumbre,
ella
llora en silencio recordando pasiones,
a muerto
señores, ha muerto su hombre.
Y ella tras el féretro pues sigue llorando,
y se acerca tan junto y le dice: - te quiero –
se despiden todos y ella va quedando,
por la promesa aquella: de que si mueres, también yo
muero.
Ahora se
preguntan ¿quién es esa mujer que llora?
que en
sus ojos vislumbra una lágrima radiante,
¿Quién
es esa mujer que la sigue y que implora?
y
una voz se escucha que dice: - es su
amante-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario