Déjame ser el
hombre de tu vida,
y deposita en
mí, la fe y la esperanza,
déjame ser
quien cure yo tu herida,
y vigile tu
ser de males y venganza.
Déjame ser
por favor, el coro de tu canto,
que muerda yo
tus labios con hambre de amor,
déjame ser
quien enjugue yo tu llanto,
cuando brote
la duda, cuando brote el dolor.
Déjame ser tu
calor en esta noche fría,
cuando
sientes el calor de todo mi amor,
déjame ser por
fin el niño que sonría,
cuando en tus
manos sienta tener una flor.
Déjame ser la
espuma de tu ola,
y en mi playa
solitaria puedas tú bañarte,
déjame ser tu
y yo, y no tú sola,
porque si tú
te alejas yo voy a extrañarte.
Déjame ser la
luz de tu mañana,
y que a tu
lecho acuda sin temor,
déjame ser el
repique de tu campana,
y que por las
noches me llenes de amor.
Déjame ser el
día, la tarde y la noche,
y que a mi
cuerpo tú le llenes con tu calor,
déjame yo ser
quien cierre con broche,
la tarde más
tierna al hacerte el amor.
Déjame ser
por fin lo que yo te pido,
tu amor, tu alegría,
tu nuevo querer,
déjame ser el
hombre que tú has elegido,
para tus
noches de amor y de placer.
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