lunes, 20 de julio de 2009

A UNA MADRE AJENA


A  Maria Bustamante Loja 



El tiempo ha pasado y no he podido,

entender porque tú te has marchado,

ya cumpliste un año y aun tú lejos,

pues miro al cielo buscando tu mirada.

 

Hoy tú tumba está colmada de flores,

hemos venido todos a saludarte,

no has muerto mamareyes para nosotros,

solo te has ido de viaje y sin retorno.

 

Sé que un día estaremos todos juntos,

mirando tu sonrisa de tiempos idos,

tu callada quizás me dirás hijo,

dónde está mi hija, mi hija adorada.

 

Que podre decirte madre mía,

que no puedo entender por qué te fuiste,

hoy estas flores que tu vez no valen nada,

porque tú necesitas de nosotros.

 

Tu hija, tu única hija, aún te llora,

y lo hará cada instante de su vida,

los que junto a ti vivimos en la tierra

esperamos cada día tu venida.

 

Sé que el Señor te llenó de bendiciones

y te dio el lugar más hermoso del paraíso,

no nos dejes madre mía en tus oraciones

porque siempre vivirás en el recuerdo.

 


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