A Lilian Elizabet De Marco
Aunque lejos me encuentre, siempre te amaré,
porque tu permaneces prendido en mi mente,
más no te podré olvidar, pues siempre estaré,
tú me enseñaste a escribir lo que uno siente.
Siempre te amaré aunque te hayas silenciado,
aunque todos hayan olvidado aquel pasado,
yo iré escribiendo versos pues me ha gustado
compartir en el Manantial todo lo inspirado.
Siempre te amaré pues no sé cuándo volveré,
pues soporta con valor el dolor del corazón,
y mientras viva el Foro mi pena disiparé,
y te volveré halar en mi cálida oración.
Siempre te amaré por lo mucho que hiciste,
por tu amor, por ese corazón tan valiente,
pues sé que con tu brío siempre nos uniste,
por eso hoy déjame besar tu airosa frente.
Siempre te amaré, mujer de mis amores,
porque todo el tiempo tú serás mi guía,
la maestra que me lleno de favores,
y el Manantial que me lleno de alegría.
porque tu permaneces prendido en mi mente,
más no te podré olvidar, pues siempre estaré,
tú me enseñaste a escribir lo que uno siente.
Siempre te amaré aunque te hayas silenciado,
aunque todos hayan olvidado aquel pasado,
yo iré escribiendo versos pues me ha gustado
compartir en el Manantial todo lo inspirado.
Siempre te amaré pues no sé cuándo volveré,
pues soporta con valor el dolor del corazón,
y mientras viva el Foro mi pena disiparé,
y te volveré halar en mi cálida oración.
Siempre te amaré por lo mucho que hiciste,
por tu amor, por ese corazón tan valiente,
pues sé que con tu brío siempre nos uniste,
por eso hoy déjame besar tu airosa frente.
Siempre te amaré, mujer de mis amores,
porque todo el tiempo tú serás mi guía,
la maestra que me lleno de favores,
y el Manantial que me lleno de alegría.
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