Recuerdo que
una noche prometiste,
quererme
siempre, siempre y sin medida,
- te quiero, te quiero amor- pues me
dijiste,
que era todo
tu amor, tu preferida.
Así viví
mucho tiempo con ese sueño,
creyendo yo
ser tu amor primero,
pero no
sabiendo que ya tenías dueño,
dime pues
cobarde ¿por qué no fuiste sincero?
Te di mi
amor, mi juventud, mi alegría,
te di mi
cuerpo, una y tantas veces,
creyendo que
era yo, a la que tú querías,
no sabiendo
que me ibas a apagar con creces
Hoy te
recuerdo y aún todavía te quiero,
aunque a mis
ojos se avecine el llanto
recuerdo
cuando decías – por ti yo muero –
cobarde,
hombre maldito, hoy me llenas de espanto.
No vuelvas
por favor a cruzar mi acera,
no estorbes
pues mi vida, que ya te olvidaré
aunque por
dentro mi alma por ti se muera,
te juro por
mi Cristo, que ya no te amaré.
Maldigo hoy
la noche en que fuiste amado,
maldigo esos
momentos de amor y de placer,
perdón mi
Dios, perdón, porque sé que he pecado,
cobarde aquel
hombre que se burló de mi querer.
Cobarde fuiste
tú, hombre vil y canalla
que no me diste
amor, cariño, ni ternura,
sabes tú, que
mujer así como yo, ya no se halla
mujer de
noble corazón, tierna y pura.
1 comentario:
wao..
me emcanta este poema..sera que en algunos parrafos se puede ver un poco de mi vida...
es magnifico poder encontar algo de nuestra vida en un poema...
esta precioso....
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