Fico
Dígame por favor señora, porque ahora ha regresado,
cuando un día se marchó llena de amor y vanidad,
recuerdo que usted me dijo, que a él le había entregado,
todo su amor y que conmigo, nunca pudo hallar felicidad.
Consuelo
Es verdad lo que me dices pero estuve equivocada,
los celos me martirizaban cuando en el mar tu vivías,
me fui con él, estando aún de ti loca enamorada,
pues en las olas hallaste amor y con ellas te lucias.
Fico
Eso no lo voy a negar, el mar siempre será mi amigo,
pues a él le hablaba de ti cuando empezaba mi viaje,
solo él sabe de mis penas, solo él lloró conmigo,
en mis noches de tormenta, solo él me daba coraje.
Consuelo
Eso yo no sabía, pues tú te olvidaste de mí,
por eso hoy vuelvo a tu lado a entregarte mi amor,
aunque vivo yo casada no dejo de pensar en ti,
reconozco hoy mi error, pero tú acéptame por favor.
Fico
Yo no sería feliz, pues ya no es un amor de verdad,
ahora yo no siento nada y tú ya fuiste olvidada,
mi destino fue muy duro pero si halle felicidad,
tengo hijos y tengo vida pues de ella vivo enamorada.
Consuelo
Acaso has olvidado nuestras noches placenteras,
cuando llegábamos a la gloria llenándonos de sonrisas,
¿dónde están esas promesas que decía que me amabas?
¿dime dónde están, o acaso también han sido falsas?
Fico
Fue tuya la decisión de traicionarme un día,
de olvidar todo aquello que era nuestra felicidad,
hoy vienes de nuevo a mí a perturbar mi alegría,
vete por favor ahora y sigue con tu vanidad.
Autores:
Consuelo Ramírez
Federico Mendo
Perú.
Dígame por favor señora, porque ahora ha regresado,
cuando un día se marchó llena de amor y vanidad,
recuerdo que usted me dijo, que a él le había entregado,
todo su amor y que conmigo, nunca pudo hallar felicidad.
Es verdad lo que me dices pero estuve equivocada,
los celos me martirizaban cuando en el mar tu vivías,
me fui con él, estando aún de ti loca enamorada,
pues en las olas hallaste amor y con ellas te lucias.
Eso no lo voy a negar, el mar siempre será mi amigo,
pues a él le hablaba de ti cuando empezaba mi viaje,
solo él sabe de mis penas, solo él lloró conmigo,
en mis noches de tormenta, solo él me daba coraje.
Eso yo no sabía, pues tú te olvidaste de mí,
por eso hoy vuelvo a tu lado a entregarte mi amor,
aunque vivo yo casada no dejo de pensar en ti,
reconozco hoy mi error, pero tú acéptame por favor.
Yo no sería feliz, pues ya no es un amor de verdad,
ahora yo no siento nada y tú ya fuiste olvidada,
mi destino fue muy duro pero si halle felicidad,
tengo hijos y tengo vida pues de ella vivo enamorada.
Acaso has olvidado nuestras noches placenteras,
cuando llegábamos a la gloria llenándonos de sonrisas,
¿dónde están esas promesas que decía que me amabas?
¿dime dónde están, o acaso también han sido falsas?
Fue tuya la decisión de traicionarme un día,
de olvidar todo aquello que era nuestra felicidad,
hoy vienes de nuevo a mí a perturbar mi alegría,
vete por favor ahora y sigue con tu vanidad.
Consuelo Ramírez
Federico Mendo
Perú.
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