Hoy he
sentido tanta rabia en mi ser,
que hasta he
llegado a maldecir mi nacimiento,
mi patria
está podrida, ya no sé qué hacer,
el pueblo en
las calles mostrando el descontento.
Mi verso no
ha podido romper aquella esfera,
que jueces y
políticos que mancharon su honor,
el pueblo
sigue en marcha y sigue su espera,
de aquellos
gobernantes que no saben su dolor.
Ya no hay
confianza ni en hombres ni mujeres,
el vil dinero
ahora ha comprado sus conciencias,
pues ellos
viven siempre muy llenos de placeres,
sin mostrar
siquiera sus logros y eficiencias.
El pueblo
abatido sigue a diario su rutina,
y en las
calles comentan subió de precio el pan,
la cara nos
miramos y el dolor nos atina,
y tenemos que
seguir el día, si no los sueños se van.
Es muy triste
esta agonía que mi pueblo está viviendo,
y mis versos
aún no llegan sus penas a sosegar,
siento dolor
y rabia de lo que viene pasando,
pero allí
están mis versos tratando de luchar.
Espero que el
tiempo transcurra muy aprisa,
y el dolor de
mi pueblo mate a la corrupción,
las promesas
de los políticos ahora nos dan risa,
pues el
hambre nos ha enseñado tomar otra decisión.
Ya no más
ignorantes que a mi pueblo gobiernen,
pues ha
llegado la hora de saber elegir,
ya sabemos
quiénes son y de donde vienen,
solo hay que
tener esperanza en este duro vivir.
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