Estando yo muy lejos de mi amor sincero,
contemplo el horizonte que lejos pues está,
la tarde no es tibia, salió ya el lucero,
y yo sigo pensando en mi amor que no está.
Muy lejos se ha quedado, mi tierno amor
muy lejos sí, muy lejos sin calor, pero con fe
de que pronto volverá su amor querido
aquel amor que partió, muy pronto volverá.
Consigo cada día tenerla muy presente
guardarla en mi pecho hasta morir,
y cuando yo me encuentre ausente
la llevaré presente para no sufrir.
Así como la amo, le pido a Dios del cielo,
regrésame pronto a ese gran lecho,
que esperando está mi gran amor
desde aquella tarde de mi partida.
Gracias Señor, pues le concedes todo,
mi fe, mi alegría, mi amor tú me lo das,
y cuando yo este triste, saciaras mi pena
brindándome la paz, sosiego y amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario