Así
me quede aquella tarde esperándote,
pues
tú me dijiste que pronto volverías,
te
esperé así porque estuve deseándote,
sin
saber que nunca tú regresarías.
Que
injusta fue conmigo la vida,
para
pagar tanto amor con soledad,
te
esperé y mi corazón sintió la herida,
que
tu ausencia prohibía mi felicidad.
Me
quede con mis sueños aquella tarde,
y
se quedó mi cuerpo llena de pasión,
hoy
tú no estás y siento que mi cuerpo arde,
y
la herida está matando a mi noble corazón.
No
concluyo porque sangra la herida,
si
tu pobre cariño no pudo llegar,
quise
ser tu sueño, ser tu preferida,
quise
ir contigo a ese grandioso altar.
Por
eso es que ahora olvidarte he preferido,
ya
saque mis ilusiones de mi corazón,
ya
no vuelvas por favor si tú lo has decidido,
porque
de mi boca no escucharas el perdón.
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