Te he perdido amor y
acepto mi derrota,
con hidalguía como
pierde los valientes,
no tuve nada más que darte
y ofrecerte,
y solo te entregué un
corazón ardiente.
Mi infancia y mi
juventud tú lo conoces,
como conozco yo el vuelo
de aquella gaviota,
recuerdas tú aquellas
nuestras frías noches,
hoy con dolor acepto
tu partida y mi derrota
Me dices que te irás porque
mi amor es inhumano,
y que el amor que te
ofrecí no es mi amor,
los años han pasado
en mí y no envano,
me enseñaron que el
amor es también dolor.
Te amé mucho sin
miedo y sin medida,
aunque la soledad de
pena nos vistió,
pregoné tu amor sangrando
mi herida,
triste vivo ahora desde
que tu corazón partió.
Pero el amor es así,
es triste y doloroso,
quien no sufrió de
amor en esta vida,
y hoy recuerdo aquel amor
grandioso,
pero acepto mi derrota
sangrando mi herida.
La soledad muchas
veces fue nuestro testigo,
de nuestras noches de
amor y de embeleso,
hoy te dejo partir y mis labios buscan tu abrigo,
porque aún recuerdan el
murmullo de tus besos.
Todo en la vida tiene
sus argumentos,
y el dolor más cruel
es hoy dejarte,
hoy también saldrás de
mis sentimientos,
pues acepto mi
derrota y dejare de amarte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario