Si algo debo en esta vida
es darte gracias ¡oh! Padre mío,
porque tú iluminado por Dios
pusiste a mis pies el rumbo a mi camino.
PADRE, palabra que tiene de verdad,
que tiene ternura, que tiene valor,
que tiene castigo y tiene perdón
Padre, eres dicha y eres amor.
Padre, tú que eres ejemplo en todo lugar
tu que sufres las penas, de todos tus hijos,
porque Dios te dio esa dicha tan grande,
porque tú como ÉL son divinidad.
Padre gracias te doy aunque estés lejos,
aunque en las mañanas no escuches mi voz
aunque tus lágrimas recuerden mi infancia
o mi niñez, o mi temprana ausencia.
No hay hombre tan noble, como tu Padre mío,
no hay noches más tierna, el recuerdo de un hijo,
hoy quiero darte gracias, por ese amor sublime,
y decirte sólo PADRE, que feliz seas.
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