jueves, 1 de julio de 2010
ELEGÍA DE AMOR
Tú que nunca
creíste que pronto llegaría,
el olvido de un
amor que fue tan verdadero,
porque fuiste tú la
mujer que yo más quería,
y yo fui para ti sábelo
bien tu amor primero,
Porque pues lo
nuestro tuvo que acabar,
los días pasaron,
los años transcurrieron,
tu ibas en mi
mente y no te podía olvidar,
porque tú vivías siempre
dentro de mi corazón.
Pero el destino
me aparto de tu lado,
y la duda empreñó
tus sentimientos
naciendo luego el
tedio y hasta el olvido
tus celos
enfermizos me sacó de tu pensamiento.
Más yo a la
distancia mi amor te ofrecía
y añore por siempre
con hacerte mía,
pero fue un sueño
nada más, lo que ocurría
pero luego te
olvidaste de mí, mujer querida.
Tu tierna edad
transformo tu alma,
y no dejaste que
tu corazón te ordenará,
que guardaras en
tu pecho el amor mío,
y le condenaste
al olvido, al que más te quería.
Y así transcurrió
el tiempo y te diste cuenta tarde,
que mi amor valía
mucho, que mi amor era sincero,
que hoy lloras tu
mala suerte, que tu corazón te arde,
porque tú no estás
en mí y yo sigo siendo el primero.
A MI PADRE
Si algo debo en esta vida
es darte gracias ¡oh! Padre mío,
porque tú iluminado por Dios
pusiste a mis pies el rumbo a mi camino.
PADRE, palabra que tiene de verdad,
que tiene ternura, que tiene valor,
que tiene castigo y tiene perdón
Padre, eres dicha y eres amor.
Padre, tú que eres ejemplo en todo lugar
tu que sufres las penas, de todos tus hijos,
porque Dios te dio esa dicha tan grande,
porque tú como ÉL son divinidad.
Padre gracias te doy aunque estés lejos,
aunque en las mañanas no escuches mi voz
aunque tus lágrimas recuerden mi infancia
o mi niñez, o mi temprana ausencia.
No hay hombre tan noble, como tu Padre mío,
no hay noches más tierna, el recuerdo de un hijo,
hoy quiero darte gracias, por ese amor sublime,
y decirte sólo PADRE, que feliz seas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)