jueves, 13 de noviembre de 2008

HOMBRE COBARDE


Recuerdo que una noche prometiste,
quererme siempre, siempre y sin medida,
-  te quiero, te quiero amor- pues me dijiste,
que era todo tu amor, tu preferida.

Así viví mucho tiempo con ese sueño,
creyendo yo ser tu amor primero,
pero no sabiendo que ya tenías dueño,
dime pues cobarde ¿por qué no fuiste sincero?

Te di mi amor, mi juventud, mi alegría,
te di mi cuerpo, una y tantas veces,
creyendo que era yo, a la que tú querías,
no sabiendo que me ibas a apagar con creces

Hoy te recuerdo y aún todavía te quiero,
aunque a mis ojos se avecine el llanto
recuerdo cuando decías – por ti  yo muero –
cobarde, hombre maldito, hoy me llenas de espanto.

No vuelvas por favor a cruzar mi acera,
no estorbes pues mi vida, que ya te olvidaré
aunque por dentro mi alma por ti se muera,
te juro por mi Cristo, que ya no te amaré.

Maldigo hoy la noche en que fuiste amado,
maldigo esos momentos de amor y de placer,
perdón mi Dios, perdón, porque sé que he pecado,
cobarde aquel hombre que se burló de mi querer.

Cobarde fuiste tú, hombre vil y canalla
que no me diste amor, cariño, ni ternura,
sabes tú, que mujer así como yo, ya no se halla
mujer de noble corazón, tierna y pura.